Valoración del audiolibro: 8.02 de un máximo de 10
Votos: 473
Autor(a) de la reseña:Bernardino Manzo
Reseña valorada con una puntuación de 7.88 de un máximo de 10
Fecha reseña: 31/7/2018
Duración: 5 horas con 29 minutos (224 MB)
Fecha creación del audiolibro: 21/07/2018
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Incluye un resumen PDF de 46 páginas
Duración del resumen (audio): 35 minutos (23 MB)
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Encuadernación del libro físico: Tapa Blanda
Descripción o resumen: Si nos preguntaran cuál es la piedra más valiosa del mundo, muchos pensaríamos en diamantes, rubíes... a lo mejor, en esmeraldas. Pero existe algo mucho más precioso enterrado en un lecho depiedra, en la mina más remota del mundo, un valle a la sombra del Himalaya. El jade verde imperial, tan poco conocido en Occidente, ha gozado de fama en Oriente a lo largo de mil años, elogiado porlos chinos por poseer el color de las plumas del cuello del martín pescador. El jade es el único objeto en la tierra que, según se dice, iguala a ese asombroso tono de verde. Venerado por un emperador del siglo XVIII, que ofreció todo su reino a cambio de dicha piedra, se convirtió en «tesoro entre los tesoros», fue adorado e ingerido y se comerció con él. Molido hasta convertirlo en polvo, losmandarines del Imperio Medio lo consumían como elixir de vida. Suave al tacto y exudando calor, las concubinas lo usaban para hacer el amor. Esta mágica «piedra del cielo» siguió oculta en lassecretas estancias de los tesoros orientales hasta que los caprichosos eunucos de palacio empezaron a ocultar piezas de incalculable valor en los pliegues de sus vestiduras y los señores de laguerra lo saquearon de las sagradas tumbas imperiales. A finales del siglo XVIII, Europa apenas podía contener su curiosidad, y partieron exploradores hacia las «tierras bárbaras» que obligaron anegociar al Señor de las Minas, un rey que, según ellos decían, «brillaba como el sol». Pero todos volvieron con las manos vacías, llevándose solamente algún reflejo robado de un arbusto humeanteque «resonaba con ecos de salvajes conjuros». Tuvieron que pasar otros cien años hasta que el jade verde imperial viajó hasta Occidente. Y cuando lo hizo, dejó tras de sí un brillante rastro deescombros, miseria y destrucción. Hoy en día, es prácticamente imposible llegar a la mina de jade verde imperial, aislada por una cruel dictadura birmana.