Valoración del audiolibro: 7.55 de un máximo de 10
Votos: 880
Autor(a) de la reseña:Bicente Naghi
Reseña valorada con una puntuación de 8.76 de un máximo de 10
Fecha reseña: 9/7/2018
Duración: 2 horas con 58 minutos (119 MB)
Fecha creación del audiolibro: 30/07/2018
Puedes escuchar el audiolibro en estos formatos: WMA - MP3 - MOD - FLAC - WavPack - MPEG4 - WAV (compresión CBR - TBZ2 - RAR - ZIP)
Incluye un resumen PDF de 20 páginas
Duración del resumen (audio): 14 minutos (10 MB)
Servidores habilitados: Monova - Microsoft OneDrive - Uploaded - MyUpload - Mediafire - Hotfile - MEGA
Encuadernación del libro físico: Tapa Blanda
Descripción o resumen: "El Macondo africano" es la narración de una maravillosa derrota. Un libro que mezcla la divertida locura del sur de este continente con aspectos duros y, en ocasiones, crueles. Es la perípecia de un habitante, no de un viajero, que trasvivir dos años en Sudáfrica y haber viajado por diversos países africanos se instala en un hotel enclavado en una perdida aldea del Índico, en Mozambique. Desde allí, a través también de las escapadas que realiza a los países del entorno, se suceden historias inverosímiles, narradas con franqueza y sin complejos en la convivencia cotidiana con esa África alejada de paternalismos y convencionalismos al uso. Una barra de un bar es un buen lugar para tomar decisiones. Esa noche, sin embargo, Javier alcanzó esa benemérita orilla de vinos y cervezas con la suya ya tomada. Se iba a vivir a África, a Ciudad del Cabo, a la Suráfrica donde meses después España ganaría su primer mundial. Con él en la grada, claro. Y allí estábamos dos buenos amigos que sólo habíamos viajado a África de turistas o para fugaces trabajos periodísticos explicándole África, metiéndosela en vena en un apresurado manual de supervivencia. Supongo que los tópicos se nos caían de las manos a medida que se sucedían los tragos, pero Javier Brandoli escuchaba sin inmutarse sospechando, me temo, que nada de lo que le esperaba tendría que ver con esa amalgama de recuerdos más o menos sublimados por la distancia. Una cosa sí tenía yo clara aquella noche de marzo de 2010 y en ésa, al menos, no me equivoqué: África empujaría a Javier a escribir. Para alguien con esa desbordante curiosidad por el mundo, se trataba casi de un mandamiento bíblico. Y vaya si lo hizo. Durante sus cinco años en el continente, primero en Sudáfrica y después en Mozambique, Javier no ha parado de escribir sobre África y sus gentes. Con la lógica inocencia al principio, expectante siempre y algo escéptico al final, alejado ya de miradas paternalistas y juicios magnánimos sobre la realidad africana. Así que leer su primer libro africano era sólo cuestión de tiempo